Saturday, June 23, 2007

Explicando el sistema humano


Un ogro verde, cuatro súper héroes para variar salvando al mundo (entiéndase Nueva York), un pirata borracho y simpaticón, y una araña que tiene crisis de identidad es lo que domina, arrasa en las salas cinematográficas de la ciudad de México. Ni modo, así es esto del cine de verano, y cito célebre diálogo de Bob Patiño: hasta el homicidio tiene su lado malo.

Sin embargo, sí se puede encontrar por ahí en algunas salas una, a mi juicio, disfrutable opción, que
es París, de amo. No se trata de una cinta armada, tampoco me atrevo a calificarla como un documental, incluso decir que es una “serie de estampas que nos reflejan lo que es la ciudad luz”, prefiero decir que es un una visión del sistema humano, ¿a poco no puede sorprender la forma en que pretendo de ser original?

A lo largo de dos horas París, te amo, nos ofrece una visión humana, sensible, muy emotiva de lo que finalmente preocupa a la gente. Veámoslo con calma, ¿será necesario saturar mis sentidos con efectos en donde colosos destruyen una ciudad porque nos defienden o interiorizar el sufrimiento de una madre soltera que tiene que dejar en una guardería a su hija de meses para ir a trabajar y cuidar a una niña de meses que tuvo mejor destino?

Otro ejemplo, podemos ver el corto en donde la siempre encantadora Juliette Binoche sufre por la pérdida de su hijo, lo que da motivo a una proyección onírica en donde las calles de París son recorridas por un vaquero estupendamente caracterizado por William Dafoe, al tiempo de dejar en claro que su hijo es una gran muchacho. ¿Vale más la seguridad del universo o la serenidad que logra la madre al entender que su muchacho está bien?

La astucia es una arte que hay que saber explotar, En una historia donde Nick Nolte es el protagonista todo el tiempo se discute la libertad de su hija, de su derecho a disfrutar de la vida, o bien, la capacidad de elección que nos expone Elijan Word para ser un vampiro por elección y no por maldición, de las andanzas de Steve Buscemi quien nos da el mejor consejo para cuando vayamos a París: no ver a los ojos a los franceses. Delicioso relato en donde mueve a la risa sin decir una sola palabra. Los tres tienen en común la sorpresa.

París, te amo da la posibilidad de ver relatos que emulan a las cintas de Audrye Hepbrum donde la clase
y el estilo termina por parecernos natural y lógico, como ocurre con la historia de Bob Hoskins, pero también podemos ver el asunto de la marginación, de la violencia, de la no aceptación al que es diferente, relatos que evidencian la problemática del emigrante cuando el concepto de originalidad y de pertenencia ha sido armado y vendido por los seres más ciegos o nocivos para el mundo.

La cinta se goza por los estilos narrativos que ponen cada uno de los diferentes directores, es como un colage en donde no importa tanto segmentar, sino integrarse al sistema de emociones humanas, el tiempo se dilata, o se escapa; pero a final de cuentas queda de manifiesto que sólo somos instantes, que nada garantiza la inmortalidad en tanto no sepamos vivir el fugaz presente.

Alfonso Cuarón, Los hermanos Cohen, Gus Van Sant, son sólo algunos de los directores que nos regalan una personal visión del ser humano, París es el pretexto, es el escenario en donde estos directores y actores juegan con los elementos y nos permiten acercarnos más al ser humano.

Desde luego que no estoy en contra del cine de verano, pero me parece muy justo que nos limitemos a los sentimientos superficiales, esos que tan pronto llegan los olvidamos; me agrada la idea de que el cine nos trasforme, de que tratemos de entender al otro, porque de esa forma podemos aproximarnos a nosotros. Es necesario que busquemos los retos a la imaginación, a salir de patrones que de tan contados se pueden volver adictivos.

París te amo, producción Alemania, Francia, Suiza, Liechtenstein, no revela un nuevo mundo, pero sí me parece que quiere encontrar otra variante a ese mundo que cada día pareciera que deseamos destruir con más empeño.

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1 Comments:

At June 26, 2007, Blogger La Ruta de los Olvidos said...

Maese, qué gusto volver a saludarte y disfrutar de tus atinados comentarios, sobre todo dstinguiendo esta refrescante película, un oasis entre el maremagnum del comercialismo cinematográfico de este verano. Lo mejor de este retazo de historias es la marca y el estilo de autor que en tan solo cinco minutos dejan su sello característico, como el caso del humor negro de los hermanos Cohen. Habría que ver "Agua", una película hindú.

 

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