Wednesday, July 25, 2007

Una buena historia de amantes


¡Hay tantas cosas que pueden pasar antes de que inicie una película! Vas a cambiar tu tarjeta de cliente frecuente, así lo pides y el muchacho que te atiende te quiere vender el boleto (es decir, me oyó, pero no le importó); vas a comprar un dulce que corte el antojo de comer algo y te tardas 10 minutos por las eternas y despistadas vueltas del vendedor (es decir, la gente goza haciéndose bolas); por estar en la fila escuchas a los de adelante decir que Tranformers es una excelente película, tan “padre” como duro de matar (es decir, el plástico ha vencido al discurso fílmico); y por si fuera poco, la película inició con un retraso de 15 minutos, eso sin contar los, al menos 14 anuncios que nos endosaron (es decir, todo puede pasar de manera secuenciada).

¿A qué viene toda esta queja?, a que todo quedó saldado al poder disfrutar de una buena película. Apenas hace unas semanas decía que el cine italiano es irregular, bueno, la revancha llegó, ahora sí hay una buena cinta italiana en cartelera: Un amor italiano.

¿Dónde están los méritos de Un amor italiano? La historia se centra en la Italia de 1936, es decir, en las postrimerías de la locura de la segunda guerra mundial. En un tren, que es la metáfora del avance, de la trasmisión a lo largo de toda la cinta, donde vemos a un sujeto bien parecido, de sonrisa seductora y finos modos, es Giovanni, (Stefano Accorsi) que sin el mayor recato pasea por los pasillos del tren en busca de alguien que corresponda a sus encantos.

El encuentro ocasional con una mujer en al tren va desarrollando la historia, no se dio cuenta de que esa mujer en cuestión era María (Maya Sansa), digamos que el gran amor de Giovanni. Es hasta que regresa a la casa de María, como una visita social a verificar su pasado en que cae en la cuenta de que esa chica del tren era María, claro, ya no era rubia, ahora es de castaña, pero en el fondo sigue siendo María.

Es por medio de este pequeño ajuste que la relación de María y Giovanni reinicia, de nuevo regresan al camino de los amantes, de las calles oscuras, de las confidencias en apartados lugares, del amor entregado en la playa desierta o en el bosque brumoso, ¿cuál es el tino de esto?, que no hay frases cursis, no hay juramentos absurdos, Giovanni no va a dejar a su esposa ni a su hija, María seguirá siendo esa amante tan fiel pero que no pasará de ahí.

A lo largo de la cinta, dirigida por Carlo Mazzacurati, se va haciendo un recorrido en donde de nueva cuenta la costa mediterránea es el testigo y confidente de la historia de estos amantes, de sus entregas apasionadas, de sus regalos costosos, de sus enojos, bien expuestos en la lógica de la pasión latina, en los gritos, en la violencia, sólo para terminar aceptando que pese a todo se terminará uno al lado del otro.

La música, a lo largo de la cinta es un acierto, es un compañero, tiene el tono melancólico que adornando a una Italia que paulatinamente se acerca a la imbecilidad del conflicto, el primer detalle es el alistamiento de Giovanni en el ejército por la campaña en África, pero eso no ciega a la historia, el orden superior sólo contextualiza la historia de los amantes, sus acercamientos y sus lejanías, su dependencia, más allá de formas y convencionalismos sociales, vamos, ¿Quién no ha sido protagonista de esas historias que saben a gloria y se ven como estupidez por culpa de una mujer?

¿Otro acierto de la historia?, Giovanni es un hombre casado, pero sólo hay una escena donde se ve a dicha familia reunida, claro, celebrando el cumpleaños del hijo y con María frente a la pastelería, donde de súbito cobra la dimensión del lugar en que siempre permanecerá.

¿Por qué un acierto?, porque me parece que el director no cayó en la tentación de hacer participar a la familia de Giovanni con diálogos, eso implicaría tener que diseñarles su propio universo, sus angustias, sus problemas, donde es fácil caer en los chantajes emocionales, donde se puede abusar de la miseria del abandono, en el tono moral hacia el protagonista. La familia está ahí, con una sola imagen queda claro su papel, su peso y su presencia para los fines del relato.

La historia avanzará, y en lo que no resiste el director es a poner un escenario que cada vez se cierne sobre Giovanni y María: la guerra mundial. De nueva cuenta se va a exhibir la locura de la humanidad en donde las élites deciden sobre la masa, donde las élites meten en su locura a la vida de quien no tiene más elección que defender a la patria que dichas elites han jurado defender con la sangre del pueblo.

De primera instancia me pareció un exceso del director al poner escenas de esa demencia cuando ya las imágenes previas avizoran la tragedia, pero el diálogo que tiene Giovanni con María y con un boletero del tren hacen que la cinta, a mi juicio, concluya vigorosa, pues queda de manifiesto esa pujanza europea que ha hecho que siga siendo un polo dominante de poder y estilo para todo occidente.

Un amor italiano es una cinta muy agradable, de mucho valor cuando en las salas aledañas la atención se centra en magos y máquinas que cobran vida para defendernos (¿?), de cada uno de los pasajes, invitamos al cinéfilo a que los vaya descubriendo las sutilezas del mensaje.

Labels:

3 Comments:

At July 25, 2007, Blogger mauricio mejia said...

¡Qué envidia!

Goce su libertad y su gusto, maestro. El cine es la patria de los solosporgustoyconvicción, pero su inteligencia lo lleva a usted a los rincones más inexplorados de esas regiones: el cine de arte.

Me basta con que se regodeé en su butaca y después tenga yo la oportunidad de leer historias en su blog, que a veces resulta más nutritivo porque LEO la película con todo y SU explicación.

Saludosy nos vemos el sábado

 
At July 28, 2007, Blogger La Ruta de los Olvidos said...

Maese, no me sorprende la madurez de sus comentarios. Es una reseña bien abordada desde varios ángulos. Se nota su conocimiento del cine, ya no solo como aficionado. Entiendo que nos llegue mucha melcocha italiana, pero no falta un garbanzo de a libra. Por lo cuentas tiene mucho de la escuela del neorrealismo. Para terminar, digámos ¡NO! a la basura plástica digital de películas como "Duro de matar" y "Los transformers".

 
At July 29, 2007, Blogger Carlos López Praget said...

Muchas gracias a mis pocos, pero muy estimados lectores. Lo único que busco es compartir lo que aprecio, claro, pasar el detalle para quien guste tomar la idea y poderla aplicar, después de todo, lo que se aprende sólo sirve si se comparte. Seguiremos trabajando, aprendiendo y experimentando. Saludos

 

Post a Comment

<< Home